83 años...

Terminando de cenar,una sopa de ajo aderezada con pequeños tacos de jamón sin sal, que se pelean entre ellos para conocer su nuevo destino. Acompaño el plato con un chato de vino desesperado por no acabar a la mitad en el fregadero y un trozo de pan de molde que sonríe con cada bocado.

El día va acabando, y sin embargo la sensacion es aun mas fuerte segun se acerca la hora de rendir cuentas a mi almohada, son tantos dias.

No paro de darle vueltas a una pregunta que una vez me hicieron, o tal vez, nunca pararon de repetirme: "¿Que quieres ser de mayor?"...
Difícil repuesta en este momento, y supongo, que mi contestación seria algo parecido a esto:
Me gustaría ser un pajaro con forma de hombre, que pudiera saltar de un escritorio y volar sin rumbo hasta que el cansancio me muestre una rama donde posarme, encontrarme alguien que me desvele el camino que he realizado hasta llegar ahi y guarde un silencio prudente que no me demuestre la distancia hasta la próxima rama. Una marmota con forma de hombre que dormite en alcobas llenas de sentidos, que no me pidan la cuenta de lo que debo por cada uno de ellos. Un zorro con forma de hombre sonrojado por cada mirada indiscreta de sombras que titubean con el sol. Un jilguero con forma de hombre que cante tus canciones sin que las escuches. Un paquidermo con forma de hombre que nunca le duela la cabeza y no conozca el cansancio del desgaste diario. Un rosa con forma de hombre que te acompañe en tus confesiones a la luna. Un deseo con forma de hombre.

Las 22:35, hora de acostarme, 5 pastillas, una para entretener a mi corazón, otra para activar mi estomago, una tercera que me deje soñar, la cuarto que me tranquilice por si no vuelvo a bostezar y una quinta, que ponga paz entre ellas.
Se los días que llevo inspirando, pero no los dias que me quedan por aspirar.

Si hablamos de números, yo ya no se contar.