un cuento...

El otro día viendo la tele, hablaron sobre un estudio que hizo un profesor sobre los síntomas del amor, bastante interesante, pero ahora mismo no me acuerdo quien lo escribió, comentaba cosas sobre las distintas etapas del amor, que según las iba escuchando iba recordando distintas fracciones de mi amoríos, tanto infantiles como “adultos”, todos tan distintos pero iguales en esencia. Es verdad, cuando la gente dice que nunca se olvida la primera vez de las cosas.
Siempre que sean placenteras para el ser humano, es más, el cuerpo humano solo recuerda lo placentero, es fácil; hacer la prueba, recordar alguna situación graciosa o erótica, si… la mente hace que los músculos se “contraigan” al recordar, ahora recordar la última vez que os dolió la muela, y nada, por mucho que intentemos recordarlo no podemos manifestar este dolor. Que sabio es nuestro cuerpo, al igual que no estamos programados para sentir dos dolores al mismo tiempo, si que podemos notarlos pero siempre un dolor anulara el otro… teorías chinas, de ahí mi teoría sobre la acupuntura, si te duele el cuello, como no se te va a quitar, si te han clavado más de 200 agujas…
En fin, un cuento para ir cerrando.
Una vez el amor se intereso de la mentira, sufría mucho , pero el amor no se quería dar cuenta de que la mentira no le quería, todo el mundo se lo decía, la lujuria, la locura, la pasión, incluso la verdad lo intento, pero nada, el amor seguía cegada por la mentira. Pero un día, el amor solo supo escuchar a un individuo, lo que ningún sentimiento pudo hacer, lo hizo un forastero, uno que viene tras largas temporadas, pero siempre respetado y temido al mismo tiempo, este forastero se llamaba desamor.
---Reflexión: ¿Existe el amor eterno?, o solemos confundirlo por dependencia…
**Llámame tonto, pero yo sí que creo en el amor eterno.